Libro de pequeño tamaño, 17×12 cm y 200 páginas, editado en 1962, que es una «Recopilación de las disposiciones relativas a la circulación que más interesan a los maquinistras, fogoneros y ayudantes», aunque ya advierte en su primera página que no exime del cumplimiento del resto de las normas.
Entre las disposiciones que se pueden encontrar en él aparecen algunas curiosas como quien debe enganchar o desenganchar la máquina, como se debe recibir un tren en una estación, la posición normal de las máquinas (la chimena delante de la cabina del maquinista en el sentido de la marcha) y que lugar deben ocupar en un tren o, incluso, que se debe hacer cuando se encuentra un cadaver en la vía y que acta hay que levantar.
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